No tengas miedo, no sirve de nada. Normalmente la gente que se paraliza por el miedo muere, bueno extiende su dolor digamos. Enfocate en tus opciones, en las cosas que podes hacer de otra manera. Una nueva acción, a pesar de ser tu peor opción, te cambia de lugar y te muestra nuevas puertas para abrir. Podes hacer todo el viaje con tu miedo, nada mas dejalo a un costado. Ganar experiencia es el único sentido de la vida.

La razón no puede cambiar al corazón. Solo puede confundirlo. Por eso sientes esa presión en tu pecho. Es tu corazón el que marca el paso a tu mente. Cuando vivís de esta forma todo se revela a tus ojos.

Que no hace uno por los hijos… De hecho lo que no hagas por ellos no lo harás por nada ni nadie. Decir “después lo compramos” o “después lo hacemos”, para no decir que no había plata. Aunque te digan miserable para siempre. Respetar las reglas de la casa todos los días, pase lo que pase. Para que entiendan que los compromisos se respetan. A pesar de saber que te van a odiar durante 30 años. Explicarles por que los retas para que sepan que no es un capricho tuyo. Dejarlos tomar riesgos o empujarlos a una situación incómoda con un dolor en el alma, para que vayan madurando poco a poco y sin traumas. Cambiar tus hábitos para que tengan coherencia con lo que les exigis a ellos. Reconocerles cuando tienen razón. Dejarlos ir a construir sus vidas a su gusto. Contar hasta 100 cuando te tratan mal por no saber manejar la situación. En fin, la lista no termina nunca pero sin duda son lo mejor que te puede pasar en la vida. Una vida sin hijos es vivir media vida.

Odio y resentimiento, esa capucha con la que te secuestran de tu vida. Con la culpa te amarran las manos y el miedo hace resto. Todo es virtual, nada real. Gira 180° y empeza a disfrutar.

A medida que pasan los años el peso de nuestras decisiones tomadas durante nuestra vida van mostrando su peso real. Así vemos como el habernos mantenido integros y respetuosos hacia nuestros principios nos hace sentir como verdaderos super héroes. Muy por el contrario nuestras malas decisiones se transforman en pesadas cargas que alguna vez tendremos que enfrentar para poder avanzar. Por favor, no tomes los atajos.

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