El gran guerrero se eleva sobre un tempestuoso mar de emociones.
Ya no necesita pelear.
Solo lo mueve su afán por llegar a las estrellas.
Fernando Sar
El gran guerrero se eleva sobre un tempestuoso mar de emociones.
Ya no necesita pelear.
Solo lo mueve su afán por llegar a las estrellas.
Fernando Sar